lunes, 1 de marzo de 2010

Unidades eléctricas de andar por casa

Cuando compramos un electrodoméstico, (televisor, refrigerador, lavadora, secadora, etc.), estamos agregando un consumo al diseño original de nuestra instalación, que puede generar una sobrecarga.
Para no exponernos a esa situación es recomendable, antes de instalar un receptor, asegurarnos de que nuestra instalación tiene la capacidad necesaria para soportar este nuevo elemento.
Y sobre todo debemos leer, en la etiqueta de características del aparato, si los valores escritos coinciden con los parámetros de nuestra instalación.
Es conveniente, por ello, conocer las unidades eléctricas que se dan en nuestro entorno para poder hacer una buena elección.
Una de ellas es el:



Voltaje.



Se mide en voltios.



Sabemos el valor que tiene en nuestra vivienda.



Actualmente y desde el año 2002, 230 V.



Anteriormente, 220 V.



Hace ya muchos años la mayoría de los hogares disponían únicamente de 125 V.



En Inglaterra utilizan 240 V.



En los EE.UU. 110 V.



¿Qué es realmente la tensión, el voltaje o la diferencia de potencial?, (son los distintos nombres que podemos utilizar para referirnos a la misma).



Imaginemos dos depósitos, uno más alto que otro.



Llenamos el superior de agua y hacemos un agujero en la parte inferior y observamos que sale un chorro de agua con cierta fuerza.



Si lo elevamos, sale con más fuerza.



Si ponemos unas aspas observamos que giran con cierta velocidad en el primer supuesto y con mayor velocidad en el segundo.



Esa altura o diferencia de cotas (la más alta menos la más baja) es el potencial del sistema (diferencia de potencial, para ser exactos).



El problema es que el agua del depósito superior se agotará y el sistema se paraliza.
Para evitarlo podemos poner un retorno de abajo arriba para bombear el agua.

En el dibujo podemos ver, en un circuito eléctrico, que esa misión la cumple la pila o la central eléctrica en nuestro caso.





¿Para qué sirve la tensión?



En una instalación eléctrica nos indica la fuerza que tenemos disponible.



Con una pila de 1,5 V poco podemos hacer pero con 230V estamos en disposición de disfrutar de todos los electrodomésticos que deseemos.



Y ya que hemos mencionado la pila hemos de saber que existen dos clases de tensión, la continua y la alterna.



Tensión continua.



Es la que proporciona una pila o la batería del coche y es constante.















Tensión alterna.



Es la que tenemos en nuestra vivienda y no es constante, sino que varía (de ahí el nombre de alterna), de cero a un máximo para luego volver al valor cero, llegar a un máximo negativo y volver a cero.












La tensión puede tener distintos niveles:



Muy baja tensión. La tensión que alimenta las lámparas halógenas tipo campanilla (en el argot luminotécnico se llaman dicroicas).



Baja tensión. La tensión que disponemos en la red de nuestra vivienda.



Media tensión. La que llevan las líneas soterradas en las ciudades.
Alta tensión. La que llevan las líneas entre torres, que divisamos en el campo.



Volviendo de nuevo a la figura que representa la tensión alterna observamos que cambia con el tiempo.



El número de veces por segundo que hace un ciclo completo como el de la figura se llama frecuencia:



Frecuencia.











La unidad es el Hercio y se representa Hz.

También se conoce como ciclo.



La tensión que tenemos en nuestra casa tiene una frecuencia de 50 Hz.



Es la que se utiliza en Europa.



En Estados Unidos se utiliza una frecuencia de 60 Hz.



¿De qué nos sirve saberlo?



No podemos instalar en nuestra casa un frigorífico procedente de Estados Unidos.



Y lo mismo a la inversa.



Por aquello de la globalización cada día hay más receptores que llevan en la etiqueta lo siguiente:



50/60 Hz



Significa que podemos instalar ese aparato tanto en un continente como en el otro, siempre y cuando la tensión coincida.



Intensidad.



Es el paso de electrones por los conductores que unen un enchufe con un receptor.



En el símil hidráulico sería el caudal de agua.



Se mide en amperios.



¿Para que nos sirve conocerlo?



Para saber si un cable puede o no soportar su movimiento, por ejemplo.



Normalmente en las etiquetas no suele aparecer ese valor, pero es muy fácil calcularlo.



Potencia.



Es la capacidad de un aparato para realizar un trabajo.



Estamos hartos de oír: ese motor, ese aspirador, ese altavoz, es muy potente o menos potente que...



Se mide en vatios (W) y si nos referimos a un valor muy alto de los mismos se utiliza el término kilovatio (1000 W) y la unidad se convierte el kW.



¿Para qué nos sirve este dato?



Sabemos que una bombilla de 100W luce menos que una de 25W, porque una es capaz de realizar más trabajo que la otra.



Podemos imaginar, y de hecho es así, que una plancha eléctrica de 1200W nos va a dar menos juego que una de 2200W.



Que un aspirador de 2400 W aspira más que otro de 1200W.



Que si compramos uno de 800W ya sabemos a lo que nos exponemos, a que aspire muy poco.



Energía.

Todos los cuerpos, poseen energía debido a su movimiento, a su composición química, a su posición, (el agua del depósito superior, por ejemplo) a su temperatura, a su masa y a algunas otras propiedades
En las diversas disciplinas de la física y la ciencia, se dan varias definiciones de energía, por supuesto todas coherentes y complementarias entre sí, todas ellas siempre relacionadas con el concepto de trabajo.
Porque energía es la capacidad de realizar trabajo pero a lo largo del tiempo.



¿Para qué nos puede servir conocer esta definición?



La compañía eléctrica está realizando una labor para nosotros, suministrarnos energía y cada dos meses (ahora uno) lo pagamos en la factura eléctrica.



Es el consumo, para que lo entendamos mejor.



Se mide en kilovatios hora: kWh



En este punto tendríamos que hablar de la tarifa eléctrica, ahora que está en boca de todos, tan polémica ella.



¡Pero lo dejaremos para otra ocasión!

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